27 abr 2011

Bolaño por sí mismo (Entrevistas Escogidas)


Para quienes somos aceptablemente jóvenes, Bolaño comenzó a existir con su muerte, a propósito de que imperdonablemente lo confundieran con Chespirito. De ahí que para mí siempre fuera un autor ya fallecido. En el intento de conocer su obra (un tanto involuntario, porque Bolaño se ha vuelto en literatura por agrado o saturación un tema ineludible), acabo por encontrarme frente un radio de ficción que lo rodea, ya sea sobre su prematura muerte, su vida, o más aun, sobre la vida que no llegó a vivir. No me resulta necesariamente indispensable pensar en el uso económico que justifique o al menos explique  la publicación de su obra póstuma, inédita, rescatada, o reeditada. Como lector lo que me interesa es poder atravesar la ficcionalización creada sobre Roberto Bolaño para llegar a su obra, que al fin y al cabo, es lo que como autor puede ofrecerme.
Bolaño por sí mismo, es un libro de entrevistas reeditado recientemente por Ediciones Universidad Diego Portales, luego de su aparición en el año 2006 y nos cabe preguntarnos sobre su pertinencia. En realidad, resulta ser una interesante construcción de sentido, en especial en la segunda mitad, “Balas Pasadas”, donde una serie de respuestas del fallecido escritor son montadas elidiendo las preguntas, de manera tal que parece ser un discurso extenso. Precisamente es esta construcción la que nos permite acercarnos a este espectro que rodea la obra de Bolaño.
El autor a menudo debe responder preguntas sobre su enfermedad, sobre su enemistad con otros escritores, e incluso sobre su lugar de residencia, preguntas que se vuelven repetitivas, pero información ignorable cuando aparecen atisbos de interesantes reflexiones teóricas, dejando ver su postura crítica sobre la escritura y todo el contexto que la rodea, ya sea el de la creación como el de la recepción. Él mismo señala la importancia de la crítica como una disciplina más de la literatura, incluso llega a sostener la hipótesis de que no existen las obras intraducibles, volviéndose evidente en casos como el de El Quijote, porque al ser una obra tan interesante, sería capaz de sobrevivir incluso al peor traductor, algo que de todos modos llegaría, señala Bolaño.
Ahora bien, hagamos el ejercicio de someter a Bolaño por sí mismo a la pregunta de qué es lo que sobrevive de las entrevistas, más aun cuando una parte de ellas aparece sin preguntas para darle unidad a las ideas del autor, que están sacadas de contexto y editadas (...).



Bolaño por sí mismo
Andrés Braithwaite (editor)
Segunda edición (revisada)
Santiago, Ediciones UDP, 2011