7 ago 2014

Todas estamos enfermas

Autopsia a un copo de nieve es una obra argentina que está en Chile gracias al Corredor Latinoamericano de Teatro. La obra nos instala en un espacio fijo, la casa, habitada por tres mujeres: una madre y sus dos hijas. Es una historia de mujeres en un universo en el que ni siquiera se hace mención a un padre o a otros hombres relevantes. Mujeres en distintas etapas de la vida. La niña que no logra sentirse querida, su hermana adolescente y la madre trabajadora. La niña, Nicoletta, se ha lanzado por la ventana del departamento en el que viven. Así se inicia a la obra y luego vuelve atrás, a una serie de situaciones cotidianas donde se deja ver lo sola que está Nicoletta, sola como están las mujeres. La niña espera el baño que su hermana ocupa por largos minutos para depilarse sin importar que la niña lo necesitara. La escena se repite más adelante, la hermana mayor toma una ducha antes de que salgan y se demora tanto que Nicoletta se queda sin poder bañarse. La madre no le da el favor a Nicoletta y empieza a acentuar un trato distante y frío con su hija menor, que a momentos se acerca a la crueldad.
El momento de mayor lucidez en la obra se produce luego de que la hermana mayor salga del baño donde ha estado fumando marihuana. En ese estado tiene una conversación con Nicoletta, donde le dice “Estamos todas enfermas, a todas nos duele un rincón. ¿Cuál es tu rincón?”, comentarios que van acompañados de sentencias como que el futuro no existe y que no hay salida. Ese es el alma de la obra, una historia atrapada en el espacio cerrado de la casa, un lugar invisible.
Nicoletta es quien más lo resiente, ella quiere ser querida o aunque sea molestada en la escuela, como su compañera de la que se burlan por ser gorda, porque ella al menos tiene atención. Nicoletta es la más invisible de esta historia de personajes invisibles, invisibles como un copo de nieve en medio de la tormenta (...)


Autopsia a un copo de nieve
Autor: Luis Santillán
Dirección: Bernarda Tapia Herrera
Asistencia de dirección: Benjamín Prati
Elenco: Titi Suárez, Agustina Palermo, Andrea Varchavsky
Música original: Juan Manuel Sisto
Diseño de iluminación: Damián Monzón
Diseño y realización de vestuario: Titi Suárez
Realización de escenografía: Juan Argerich, José Maldonado, Agustina Palermo
Entrenamiento corporal y asesoría coreográfica: Agustina
Foto: Daniela Pafundi

12 may 2014

Lo que una ama de Salvador Young Araya

Lo que una ama de Salvador Young es una novela fácil de destruir, porque entrega suficientes razones para considerarla superficial y estereotípica. Estos elementos, sin embargo, no son el ripio de una escritura descuidada, sino más bien las herramientas de un tipo de mundo retratado y marcado profundamente por la superficialidad y la pertenencia a los espacios. En este sentido la propuesta de Young logra ser desagradable cada vez que presenta personajes y sus maneras de relacionarse; desagradable, insisto, porque como lectores estamos predispuestos a un tipo de escritura respetuosa con las figuras homosexuales, pero aquí ocurre que quienes protagonizan esta novela no tienen un compromiso político vinculado a su deseo sexual ni están mostrando el utópico mundo lésbico que podría ser aceptado. Son personajes que habitan un mundo desagradable, pero eso en la novela funciona.

La novela narra la primera relación de Madeleine con otra mujer y la manera en como esto la lleva a ingresar a espacios que antes no habitaba e impacta a quienes la rodean. La forma en que ocurre esto es precisamente la clave de la propuesta de Salvador Young, quien se encarga de hacerlo desagradable. Solana, la joven con la que Madeleine se involucra es la encargada de resaltar un estilo de vida que incomoda al lector, superficial y prejuicioso, que de algún modo contrapone el amor que se está gestando en Madeleine con el absurdo del universo que habita Solana. Madeleine viene de Francia, pero eso no la ubica en un lugar especial, excepto para Solana, que está encantada con lo europeo y cómo esto significa un nivel social que ella acostumbra y defiende, aun cuando Madeleine deba trabajar.
Esto, por supuesto, ocurre en Santiago, ciudad donde Solana conocía la noche y la dominaba, especialmente a la cabeza de los Depeche Love, grupo musical que integraba. Esta pertenencia al espacio se tensiona en su viaje a Buenos Aires, donde se siente postergada:
“Solana, cabizbaja, notaba cómo Madeleine invertía su tiempo en la tanguera. Se sintió dejada de lado… No estaba acostumbrada a esa indiferencia, ella en Chile siempre llamaba la atención. Ahora era una chilenita, como le había dicho la maestra, y sentía que había millones como ella, con su color de pelo, su color de ojos, la originalidad de su look” (228).
(...)
La crítica completa es La sexualidad de los espacios desagradables en Ojoentinta.com

Lo que una ama
Salvador Young Araya
Chancacazo Ediciones, Santiago, 2013