
Para hablar de Ramal, necesito hablar de fantasmas, porque los fantasmas permiten imaginar una forma de relacionarse con los lugares, con los recuerdos y con las personas en un plano incierto. Los fantasmas son una presencia-no presencia de la que se puede sospechar, por supuesto, sin conseguir comprobación de aquello. Es cierto que Cynthia Rimsky jamás hace mención a algún espíritu o presencia paranormal en la historia, sin embargo, viene al caso hacer referencia a esto para encontrar un lugar dentro de ella. Este libro se construye en diferentes planos: las historias narradas, los espacios reconstruidos y los construidos y también las imágenes; ninguno de estos planos está delineado del todo, pero sí determinado con mucha precisión.
En términos simples, el título Ramal hace referencia a uno de los brazos posibles de una vía férrea, por tanto, corresponde a una variación de un recorrido, a estos lugares que pueden ir quedando, según la frecuencia de un tren, en el olvido. Un ramal en desuso es el desdibujamiento de una cultura, y es ahí donde Cynthia Rimsky instala su novela: en el paso del tiempo sobre una familia y en la desaparición del presente que provoca que todo vaya quedando en los recuerdos abandonados del ramal (...).
La crítica completa es Los fantasmas que deambulan por el ramal, en Revista Intemperie
Ramal
Cynthia Rimsky
Santiago, Fondo de Cultura Económica, 2011
Santiago, Fondo de Cultura Económica, 2011