6 dic 2011

Don Mosco de Patricio Mena y Sergio Lantadilla



Don Mosco (Patricio Mena, texto; Sergio Lantadilla, ilustraciones. Pehuén 2011) no es el tipo de libro al que el lector se dispone con demasiada seriedad, ya sea porque se trata de moscas, porque esas moscas no viven mucho, porque el libro es breve, porque es una novela gráfica o porque su formato se parece a muchos libros infantiles que quieren captar pequeños lectores con historias maravillosas de princesas o de dragones. Don Mosco en cambio rescata a los personajes secundarios de la literatura, o más bien, aparentemente olvidados.
Es cierto que Don Mosco no es la lectura representativa que hace Augusto Monterroso de las moscas como seres omnipresentes que a través de la historia lo ven todo, tampoco es Las moscas de Jean Paul- Sartre, aun cuando en un momento del libro el conflicto es la venganza de una hija que recuerda al clásico personaje Electra, pero no, este libro no parece sustentarse en ese intertexto posible, principalmente porque a diferencia del texto de Sartre, la aparición de las moscas es solo un símbolo de lo que sucede.
El eje de la historia es las moscas y sus breves vidas, entonces es ese el inicio de todo: “las moscas viven tan poco que no alcanzan a resolver sus problemas. De hecho, sus problemas terminan viviendo más que ellas”, es lo que se anuncia en la contratapa del libro. Ahora bien, no basta tener una idea como esa para darle sentido a Don Mosco, más bien se convierte en un problema complejo de abordar porque las moscas mueren pronto, entonces al poco andar las acciones quedan inconclusas, la correspondencia no alcanza a entregarse, quedan personas, o más bien moscas,  que mueren a la espera de batirse a duelo o del regreso de su gran amor (...).


Don Mosco
Patricio Mena, textos. Sergio Lantadilla, ilustraciones.
Editorial Pehuén, 2011

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nombre original para el Blog, considerando que los moscos existieron y existirán más tiempo que la especie humana.